Ya llevamos décadas viendo un envejecimiento de la población, habiendo cada vez más personas mayores, y parece que así seguirá en el futuro. Por ello, es importante conseguir un mantenimiento de la calidad de vida junto al aumento de la esperanza de vida. Ya hay una base sólida de evidencia que argumenta que el ejercicio va a ser crucial, ya que es capaz de disminuir la pérdida de capacidades que se asocia con la edad, entre otras cosas.
¿Por qué es bueno el ejercicio?
El ejercicio es capaz de aportar un efecto beneficioso global en el organismo, afectando a casi todos los sistemas del cuerpo. Además, lo podemos utilizar para socializar y pasar un buen rato con las amistades.
Entre los efectos más relevantes vemos:
- conservar o mejorar la fuerza
- mejorar el equilibrio y reducir el riesgo de caídas
- reducir el estrés y la ansiedad, junto con un mejor sueño
- fortalecer el sistema inmune
- mejor control de la grasa corporal, nivel adecuado de colesterol
- reducción de enfermedad cardiovascular
- menor pérdida de masa ósea, con menor riesgo de fractura
- prevención de enfermedades cerebrales como el Alzheimer
¿Qué tipo de ejercicio es mejor?
Respecto a qué tipo de ejercicio y qué variables son más óptimas ha habido un cambio importante en los últimos años. Antes de todo, cabe destacar que todo movimiento y actividad en la persona es recomendable, desde dar un paseo hasta bailar o limpiar la casa. Sin embargo, cuando hablamos de máximo nivel de salud en ancianos hablamos de ejercicio de fuerza.
Décadas anteriores era algo difícil de pensar pero la evidencia es sólida actualmente, el ejercicio de fuerza global es superior a otras actividades menos intensas. Además con relación dosis-dependiente. Mayores intensidades ofrecen mayores recompensas. Otras características importantes son la seguridad y la satisfacción de los sujetos que hacen este tipo de entrenamiento.
Por lo tanto, parece razonable crear un programa variado que combine diferentes tipos de entrenamiento.
Errores y prejuicios negativos
Mitos y frases comunes como “yo ya estoy mayor para eso”, “es cosa de la edad”, o “a mi edad ya no puedo con…” suponen un gran freno en el desarrollo de las personas mayores. Como he mencionado anteriormente, la satisfacción y la respuesta suele ser positiva y agradable. El cuerpo además responde de manera muy similar si comparamos con un adulto. No pongamos un límite y un tope a nuestro cuerpo, podemos lograr un cuerpo sano a cualquier edad.
Muchas gracias por llegar hasta aquí.