¿Qué es el cáncer?
A pesar de ser una enfermedad la cual nos queda mucho por investigar y conocer, sabemos que el cáncer es una enfermedad, basada en la multiplicación sin control de nuestras células. En nuestro cuerpo hay una contínua creación y destrucción de células, y esta función se controla por señales que indican cuándo y cómo se debe realizar, y cuándo no. Sin embargo, este control alterado es el problema del cáncer, sin tener a día de hoy demasiado conocimiento del por qué se produce.
A día de hoy ya es una de las enfermedades más comunes y su pronóstico es que va a seguir aumentando notablemente en los siguientes años. Para dar datos más concretos en 2020 se diagnosticaron 18,1 millones de casos nuevos, pero para 2040 se calcula que serán 28 millones de casos nuevos. En España, este año 2024 se esperan más de 280.000 pacientes más diagnosticados. https://seom.org/prensa/el-cancer-en-cifras
Causas del cáncer
Como hemos dicho anteriormente, no se conoce en exactitud cómo se inicia, pero sí conocemos como se desarrolla y que factores contribuyen a su aparición. Esto es importante si queremos prevenir nuevos casos y empezar a revertir esta gráfica de incidencia del cáncer.
- Genética: hay cánceres que aparecerán por estar determinados en ciertos genes que heredamos, pero sólo el 5-10% es por esta causa. El 90-95% restante son por mutaciones genéticas que dependen del entorno y del estilo de vida.
- Estilo de vida: que engloba a la nutrición, la actividad física y el descanso.
- Factores ambientales: en éste incluimos la exposición a la radiación (ionizante como no), a la contaminación del aire, al consumo de tabaco y otras más.
Mecanismos de desarrollo
Los dos puntos fundamentales que caracterizan al cáncer son su metabolismo, es decir, lo que usa para seguir creciendo, y su capacidad de esconderse del sistema inmune (es el vigilante y el controlador del buen funcionamiento del cuerpo).
En primera parte y viendo su metabolismo cabe destacar su consumo exagerado de glucosa (incluso 40 veces superior a una célula normal). Además, es interesante que incluso en presencia de oxígeno la consuma de manera anaeróbica (sin oxígeno), lo que suele ser mucho menos eficiente. En este apartado debemos comentar que tanto la diabetes tipo 2 como la obesidad incrementan el riesgo de cáncer, y en parte se puede deber a este cambio en el metabolismo.
Por otro lado, es interesante cómo se esconde y se libra del sistema inmune. En condiciones normales, y esto ocurre todos los días, cuando hay una alteración en la célula o hay un crecimiento alterado el sistema inmune lo detecta y lo corrige. Sin embargo, el cáncer pasa desapercibido y crece a sus anchas.
Cómo podemos prevenirlo
Observando como se comporta podemos crear estrategias para evitar su aparición o bien para progreso, y esto significa que sabemos cómo prevenirlo y cómo tratarlo (aquí nos centraremos en la parte de dieta y ejercicio).
El ejercicio se ha demostrado útil para regular la proliferación celular (evita este crecimiento incontrolado), evita el daño en el material genético y mejora la señalización entre células, sabemos que mejora la capacidad del sistema inmune, y también de su impacto positivo en el metabolismo del cuerpo. Otro punto beneficioso y que es más difícil de imaginar es su papel para evitar o revertir la inflamación de bajo grado. Esta inflamación corresponde a un estado del cuerpo que mantiene la inflamación sin haber ninguna agresión y es debida a un agotamiento del sistema inmune. Por eso estar activo es primordial. El ejercicio también se aplica en pacientes ya diagnosticados y es útil para controlar y mejorar la enfermedad del cáncer y la salud global del paciente.
La nutrición tiene una relación muy estrecha con el metabolismo. Qué comemos, cómo y cuánto va a influenciar mucho en el cáncer. Ya se han documentado dietas con comida natural como una buena herramienta. También se apoya en el cáncer la dieta cetogénica. Otro enfoque sería cómo, y el ayuno intermitente. Hay estrategias como el ayuno de 16/8 que son respaldadas por la ciencia como beneficiosas. La nutrición adecuada también impacta de manera beneficiosa en el sistema inmune, y de manera secundaria en el cáncer. Por eso se recomienda el consumo alto de vegetales, frutas y evitar los ultraprocesados. Por último, debemos cuidar la cantidad de comida. Sabemos que un peso normal dificulta la aparición de células cancerígenas, y por el contrario la obesidad es un factor de riesgo. Finalmente, añadir que en pacientes con cáncer ya se usa la restricción calórica controlada cómo ayudante del tratamiento farmacológico.
Esta entrada intenta aclarar un poco qué es y saber como evitar o tratar el cáncer. Es un tema complicado, pero podemos mejorar la situación que pronostican (muy pocos son heredados). Y para terminar, reforzamos la idea de no fragilizar al paciente. Muchas gracias por leer hasta aquí y esperemos que os haya gustado.