Introducción
La previa entrada del blog https://fisioalvarobisbal.com/la-sobrecarga-sus-causas-y-posibles-tratamiento/ comentaba qué es la sobrecarga, cuándo aparece y sus dos vías principales de manejo. En este apartado nos vamos a centrar en cómo aumentar las capacidades para que el día a día no sea una sobrecarga.
¿Cuál es la idea principal?
Dicha estrategia pretende que estemos día tras días más fuertes. Tras un periodo de tiempo de entrenamiento (por ejemplo dos meses) logramos que el estímulo que antes nos causaba molestias ahora lo podamos soportar sin prestarle atención.
Para verlo de manera más clara vamos a contar un paciente real, varón de 50 años que le dolía la rodilla al correr durante su 3ª semana de running. Después de valorar y ver que su cuerpo aún no estaba para hacer esta tarea, explicamos el problema al paciente e hicimos 2 meses de entrenamiento de fuerza de pierna. Una vez cogió fuerza hicimos vuelta al running progresiva. Resultado = vuelve a correr 6-10 km sin problemas en la rodilla, porque ya no es un estímulo excesivo, ya no es una sobrecarga.
Principios básicos del entrenamiento
Debe ser específico, cada sujeto tiene un nivel de inicio y un objetivo concreto. Además, debe buscar una línea de progresión ascendente, de modo que la carga sea óptima, ni excesiva ni insuficiente. En el mundo deportivo se llama supercompensación. Estos principios aseguran el objetivo de aumentar capacidades y mejorar nuestro estado de salud.
Si programamos bien ese estímulo y su recuperación lograremos un mejor estado de forma y mejores capacidades con el tiempo, tal y como representa esta imagen.
Beneficios
Es interesante esta opción porque los efectos de la actividad física afectan a todos los sistemas del cuerpo, obteniendo beneficios en todos ellos tras adaptarse a las sesiones realizadas. Algunos de estos beneficios son:
- Sistema musculoesquelético: mejora el estado muscular, el reclutamiento de fibras musculares, permite mayor producción de fuerza y mejora la conexión neuromuscular.
- Sistema cardiovascular: reduce el gasto cardíaco, mayor flujo sanguíneo, menor presión arterial y menos riesgo de enfermedad coronaria.
- Sistema respiratorio: incrementa la circulación y difusión pulmonar, mejora la función respiratoria, permite mayor volumen y además se vuelve más eficiente.
- Sistema nervioso: mayor formación de neuronas, menos estrés oxidativo, aumenta la neurotransmisión, mejor respuesta hormonal y mayor riego sanguíneo cerebral. También mejora la memoria y previene la demencia.
- Sistema metabólico: mejor regulación de la insulina, menos acumulación de grasas, y regulación del apetito, entre otras.
Como vemos la repercusión del ejercicio no se produce solamente a nivel muscular, sinó que es beneficioso en todos los sistemas del organismo, y además de bajo coste y sin efectos secundarios.
Muchas gracias por llegar hasta aquí.