Son de verdad las posturas buenas o malas, ¿de dónde vienen la postura recta? o ¿por qué doblar la espalda es dañino? Vamos a ver qué de esto es realmente verdad.
¿DE DÓNDE VIENE LA POSTURA RECTA?
Si echamos un vistazo en la historia y observamos el arte de cada época no vemos una preocupación de la postura recta tal como ocurre hoy en día. Por el contrario, estas obras de arte representan muchas veces comodidad y relajación, y eso es lo que debemos buscar, estar agusto y bien. Os pongo unos ejemplos de estas posturas, tanto en pintura como en escultura.
El arte refleja la sociedad y su manera de vivir, pensar, actuar… Aquí como vemos no hay mucha preocupación en la postura, el dolor o si su espalda es recta como un palo. Entonces, ¿cuándo aparece esta idea?
La búsqueda de la postura recta aparece durante el siglo XVIII-XIX, referente al mundo militar y representando disciplina y obediencia. En el ámbito de la salud se consolida la postura recta a partir de la «cura» de la poliomielitis mediante uso de ayudas ortopédicas que buscaban esta postura recta. Lo cierto es que los niños que usaban estas ayudas mejoraban por su clase social alta y no por el cambio postural que pensaban, ya que solo unos pocos las podían conseguir. Sin embargo, esto fue suficiente para que se estableciera en la sociedad la creencia postura recta-salud.
ACTUALIDAD
A día de hoy, sabemos que es más relevante la creencia que la postura en sí. Con esto queremos decir que hay más relación creencia de tener postura mala – dolor, respecto postura mala – dolor. Un estudio actual de un referente en la Fisioterapia actual, Peter B O’Sullivan y su grupo, mostraba que las adolescentes con la «cabeza adelantada» tenían menos riesgo de dolor cervical persistente en la edad adulta. https://academic.oup.com/ptj/article-abstract/101/3/pzab007/6094842
Otro punto interesante es ver cómo personas con «mala postura» logran éxitos en el mundo deportivo. Aquí podemos destacar a Usain Bolt, que padece escoliosis, o el campeón mundial y récord mundial de 10.000 m Cheptegei, que con realiza una «pisada caída».
Ésto nos hace replantearnos estas creencias tan arraigadas y mínimo ponerlas en duda. Pero no todo es blanco o negro. Previamente hemos dicho que la relación era mayor a partir de las creencias, pero esto no significa que la postura nunca importe. Hay momentos en qué va a ser necesario tener un control sobre ella, vamos a ver cuándo.
CUANDO IMPORTA LA POSTURA
Hay que considerar la postura, junto a otro factores, cuando se realizan actividades con alta carga mecánica, cuando influya de manera clara en nuestros síntomas o relacionada con la patología, o cuando no permita una buena ejecución de un movimiento. En nuestro día a día y durante las horas de ocio es conveniente estar cómodos y no pensar mucho en ello.
Esperemos que os hayamos aclarado ciertas dudas, pero sobre todo que os hagamos hecho replantear muchas ideas que teníamos claras. Muchas gracias por llegar hasta aquí.